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Infarto: Los primeros síntomas mortales

Además de los signos más conocidos, existen otros menos evidentes, pero igualmente importantes, que nuestro cuerpo emite, indicando posibles problemas cardíacos. Descubre cuáles son estos síntomas.

El corazón, ese órgano vital que late incansablemente, puede estar en perfecto estado o, por el contrario, presentar algún problema. No siempre es el dolor en el pecho el que nos alerta. Existen otros signos que nuestro cuerpo emite, indicando posibles problemas cardíacos. ¿Cómo se manifiestan estas señales? ¿Cuánto tiempo transcurre antes de que nuestro organismo nos envíe estas advertencias?

Estas son preguntas cruciales, ya que una detección temprana puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Afortunadamente, hay mucho que se puede hacer de manera natural para prevenir y tratar estos problemas, siempre y cuando estemos atentos a las señales que nuestro cuerpo nos envía.

Además de los signos más conocidos, existen otros menos evidentes pero igualmente importantes. En este texto, se revelarán estos indicadores, proporcionando una guía completa para entender mejor la salud de nuestro corazón. De esta manera, se podrá actuar a tiempo y proteger este órgano tan esencial para nuestra vida.

¿Cómo reconocer un ataque cardíaco silencioso?

Dolor en el pecho y orejas rojas
Los síntomas de un ataque cardíaco pueden variar e incluir dolor en el pecho, falta de aliento, náuseas, y sudoración excesiva.

La detección de un pre-infarto puede ser un desafío, especialmente cuando los síntomas no son evidentes o se atribuyen a otras causas. A veces, un chequeo cardíaco revela que ya ha ocurrido un ataque al corazón o que el corazón está agrandado o dilatado, a pesar de la ausencia de síntomas claros.

Señales en la piel, los ojos, los párpados y las piernas pueden indicar la presencia de arterias obstruidas en el corazón, es decir, la existencia de una placa de ateroma que obstruye el flujo de sangre al corazón. Estas señales, aunque sutiles, pueden ser vitales para la prevención y el tratamiento temprano de las enfermedades cardíacas.

Observar las orejas. Desde la década de 1970, se ha notado que las líneas diagonales o surcos en el lóbulo de la oreja, conocidos como “signo de Frank”, pueden indicar problemas cardíacos. Este signo, especialmente en individuos más jóvenes, puede sugerir la obstrucción de las arterias del corazón. Además, podría aumentar el riesgo de accidentes cerebrovasculares debido a la obstrucción de las arterias del cuello.

No obstante, es importante tener en cuenta que no todas las personas con esta arruga en el lóbulo de la oreja experimentarán un ataque cardíaco. En el 30 o 40% de los casos, esta relación no existe, ya que simplemente puede ser una marca de la edad. Sin embargo, en un porcentaje significativo, del 50 al 60% de los casos, esta asociación puede existir. Si se observan estos pliegues en las orejas, es recomendable programar una cita con un cardiólogo. Un chequeo puede ser de gran ayuda.

La pérdida de cabello en áreas de las piernas o pies puede indicar problemas de circulación. A medida que este problema avanza, se puede experimentar dolor al caminar, principalmente en las pantorrillas. Es difícil caminar más de una cuadra sin tener que parar de vez en cuando para aliviar el dolor. Sin embargo, no se debe esperar tanto tiempo para buscar ayuda, ya que esto ya indica un problema más avanzado.

La detección temprana, cuando el cabello de las piernas comienza a caerse, puede permitir tomar medidas para evitar que la situación empeore. Aquí radica la lógica: las personas con problemas de circulación o arterias obstruidas en las piernas también pueden tener problemas cardíacos, incluso si no presentan síntomas.

La aterosclerosis, la acumulación de grasa en las paredes de las arterias, no es una enfermedad que se limite al corazón. En realidad, esta enfermedad puede afectar a todo el cuerpo, provocando obstrucción de las arterias del cuello, alteraciones en las arterias del intestino, lo que provoca angina al comer, o en las arterias de los riñones, las piernas y el corazón.

Las manchas oscuras en la piel del cuello y las axilas que no desaparecen con el lavado, una condición conocida como “acantosis nigricans”, pueden sugerir resistencia a la insulina o incluso algún grado de diabetes. Ambas condiciones pueden aumentar el riesgo de ataques cardíacos. Es recomendable realizar un chequeo médico si se observan estos signos en la piel, especialmente para evaluar los niveles de colesterol y triglicéridos, así como para detectar la presencia de diabetes o prediabetes. Además, es crucial iniciar cambios en el estilo de vida de inmediato.

¿Tienes nódulos amarillentos en la piel de tu rostro, tus párpados, codos o manos?

Nódulos amarillos en el rostro
La prevención de enfermedades cardíacas puede implicar cambios en el estilo de vida, como hacer ejercicio regularmente, evitar el tabaco y limitar el consumo de alcohol.

La presencia de nódulos, conocidos como “xantelasma”, puede ser un indicador de niveles altos de colesterol o triglicéridos en la sangre. En el 50% de los casos, esta condición puede estar asociada con un mayor riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares en el futuro.

Un dato curioso es que los ojos también pueden revelar información valiosa. Si se observa un halo blanco o más claro en la periferia del iris, especialmente en personas menores de 50 o 60 años, esto puede indicar niveles altos de colesterol. Esta condición se conoce como “arcos seniles”. Aunque en personas mayores de 65 y 70 años este halo blanco puede no necesariamente indicar problemas cardíacos, en personas más jóvenes está más asociado con un riesgo de problemas cardiovasculares.

Por ejemplo, la hinchazón de los pies o la presencia de una marca de calcetín debido a las piernas hinchadas pueden indicar problemas en órganos como el riñón, el hígado o el corazón. El edema de las extremidades inferiores es uno de los primeros síntomas que se notan cuando hay problemas de insuficiencia cardíaca o un corazón dilatado. Es importante tener en cuenta que la hinchazón de las piernas puede deberse a muchos otros problemas, como las venas varicosas, el consumo excesivo de sal o problemas de circulación más leves. Sin embargo, es crucial consultar a un médico si se observan estos signos.

El hecho de orinar mucho por la noche puede indicar que se retienen líquidos durante el día y luego, al acostarse, el cuerpo los reabsorbe, lo que provoca la necesidad de levantarse para orinar. Aunque despertarse una o dos veces por la noche para orinar puede ser normal, especialmente en personas mayores de 65 años, si esto va acompañado de otros síntomas, es importante prestar atención.

Por ejemplo, despertarse por la noche con mucha tos puede ser un signo de alerta. Durante el día, es posible que no se sienta nada, pero al acostarse a dormir pueden comenzar los problemas, como una tos intensa que interrumpe el sueño, sensación de sofocación, ahogo y tos intensa, e incluso la necesidad de jadear desesperadamente, abrir las ventanas o elevar las piernas para aliviar estos síntomas. Si se experimentan estos síntomas, se recomienda intentar dormir con más almohadas o en una posición semisentada hasta que se pueda consultar a un médico.

Es importante prestar atención a otros síntomas que pueden no ser lo que parecen a primera vista. Por ejemplo, sin experimentar dolor en el pecho, se puede estar sufriendo de angina, un pre-infarto o incluso un ataque al corazón mientras se realiza una actividad física, como caminar. El cuerpo puede advertir de esto cuando se experimenta falta de aliento.

Todos estos síntomas deben alertar, especialmente si se presentan otras condiciones, como obesidad, diabetes, si se fuma, ya que pueden estar indicando un ataque al corazón. Es importante prestar mucha atención a la pérdida de peso inexplicada.

La pérdida de masa o fuerza muscular con el paso de los años no debe considerarse normal. Si se experimenta una pérdida de peso de manera inexplicada, disminuyendo la cantidad de músculos, sintiéndose cada vez más fatigada y débil. Por ejemplo, caminar por la casa, cepillarse los dientes o incluso peinarse debería hacer pensar en un problema llamado “sarcopenia” o pérdida muscular, lo que puede indicar un problema cardíaco, ya que esto puede ser una señal del cuerpo de que el corazón no está siendo capaz de bombear suficiente sangre a los músculos.

Que la comida sea tu medicina y que tu medicina sea la comida

Comida para evitar problemas cardiacos
Comer una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, y proteínas magras puede ayudar a mantener un corazón saludable y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas

La adopción de ciertos hábitos puede contribuir a reducir la inflamación en el organismo y a cuidar de todos los órganos vitales. Por ejemplo, se recomienda limitar o abandonar el consumo de alimentos ultraprocesados, azúcar y exceso de sal, y reemplazarlos con alimentos naturales. Variar los colores en la dieta, consumir al menos tres o cuatro porciones de verduras y frutas todos los días, y optar por alimentos ricos en omega tres como pescado, salmón, sardinas, atún, huevos, semillas de chía y linaza, puede ser beneficioso. Incluso se pueden utilizar condimentos como la cúrcuma con pimienta negra, que poseen un gran poder antiinflamatorio.

Estos condimentos pueden usarse como sustitutos de la sal. Es importante evitar pasar mucho tiempo sentado y levantarse de la cama. Estudios recientes muestran que pasar mucho tiempo, más de ocho horas al día, sin moverse o ejercitarse, puede ser tan peligroso como fumar o la obesidad.

Al moverse, se mejora la circulación y se reduce la inflamación en el cuerpo, evitando incluso problemas muy graves como la trombosis. Es fundamental beber suficiente agua, al menos 30 mililitros por cada kilo de peso. Por ejemplo, si se pesa 75 kilos, se debe beber al menos 2.200 mililitros de agua.

Si ya se tienen problemas cardíacos, renales u otras afecciones crónicas, siempre es recomendable consultar a un médico o nutricionista. La práctica de la meditación puede ser muy beneficiosa. Esto no se refiere solo a hacer yoga, sino a meditar de la manera que se prefiera. Por ejemplo, a través de la oración, para las personas religiosas.

Es crucial abandonar todos esos hábitos y alimentos que pueden ser perjudiciales. Y no solo se refiere a la comida chatarra, sino también al tabaco, el alcohol, y la forma en que se maneja el estrés.

Además, si ya se tienen antecedentes familiares de problemas cardiovasculares, es muy importante estar aún más vigilante y consultar temprano, incluso a partir de los 35 años cuando ya se realiza un chequeo.

El video original puedes verlo pinchando AQUÍ

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