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¡Delicia Exprés! Pan de Manzana y Avena en Licuadora: Sin Horno y Súper Jugoso

Hoy les traigo una deliciosa receta de un pan con avena y manzana super fácil de hacer. Está hecho en licuadora, sabe delicioso y lo mejor de todo es que no necesita horno. Esta receta es perfecta para que participe toda la familia porque es muy sencilla. Así que no se vayan, porque comenzamos.

Preparación del Sartén

Lo primero que vamos a hacer es alistar nuestro sartén. Lo engrasamos y lo enharinamos, y por precaución, le ponemos papel encerado, manteca, mantequilla o algún recubrimiento para hornear en el fondo. Luego, espolvoreamos un poco de azúcar y lo reservamos.

Preparación de las Harinas

A continuación, preparamos nuestras harinas. Vamos a utilizar los siguientes ingredientes:

  • Harina de avena
  • Harina de trigo
  • Fécula de maíz
  • Bicarbonato de sodio
  • Polvo para hornear
  • Canela
  • Sal

Mezclamos todos estos ingredientes en un bol y los reservamos.

Luego, en la licuadora, colocamos media manzana chica en trozos (pueden dejarle la cáscara o quitársela, según su preferencia). Agregamos aceite vegetal, leche, yogur natural, vainilla, un huevo chico, jugo de limón fresco y licuamos por alrededor de unos 4 o 5 minutos.

Después de este tiempo, destapamos la licuadora y agregamos azúcar (que puede ser sustituida por edulcorante). Tapamos y volvemos a mezclar. Este licuado lo llevamos a un tazón y agregamos las harinas que preparamos al inicio, poco a poco, tamizándolas o pasando por un colador. Mezclamos bien cada vez que agregamos harina hasta terminar con toda nuestra mezcla.

Estamos listos para cocinar. En el fondo del sartén, ponemos un poco de nuestra mezcla, esto es para fijar las tiras de manzana que vamos a poner. Pueden ser rodajas, tiritas o gajitos, como prefieran. Acomoden las manzanas según su gusto y dejen volar su imaginación. Una vez acomodadas las manzanas, vertimos el resto de la mezcla.

Tapamos y llevamos a cocinar a fuego casi a punto de apagarse por alrededor de 40 a 50 minutos. Después de este tiempo, destapamos para ver cómo va nuestro pan.

Hacemos la prueba del palillo: si el palillo sale limpio, nuestro pan está listo. Si no, lo tapamos nuevamente y apagamos el fuego. De esta forma, dejamos que el pan se termine de cocinar con el calor residual del sartén. Después de reposarlo por 10 minutos, destapamos y observamos que está despegado de las orillas y dorado en la superficie.

Cuando aún está tibio es el momento ideal para desmoldar las orillas, ya que después puede resultar más complicado. Una vez tibio, lo pasamos a un plato. Notamos que tiene un bonito color y un delicioso aroma.

Con mucha precaución, retiramos el papel encerado y dejamos que el pan se enfríe por completo antes de partirlo y probarlo. Al cortarlo, notamos que tiene una textura porosa, pero no se desmorona, es bien blandito y se ve delicioso.

Este pan sabe increíblemente rico, es blandito y lleno de sabor. De verdad, se los recomiendo. Espero que esta receta les haya gustado y la hagan con su familia. ¡Les mando bendiciones a todos!

El video original puedes verlo pinchando AQUÍ

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