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¡Increíbles Costillas de Cerdo a la Cerveza y Horneadas por Loli Domínguez!
Hoy les traemos una receta espectacularmente fácil y deliciosa: costillas de cerdo a la cerveza y al horno. Esta receta no solo es sencilla de preparar, sino que también permite que el horno haga la mayor parte del trabajo. El resultado final es un plato que parece elaborado por un chef profesional gracias al tiempo y cariño que se le dedica en el horno. Así que sin más preámbulos, ¡vamos a ponernos manos a la obra!
Para esta receta, necesitarás los siguientes ingredientes:
- Un kilo y medio de costillas de cerdo, bien carnosas y cortadas en trozos medianos.
- Una cabeza de ajos, limpia y sin la primera capa de piel.
- Hojas de laurel, bien lavadas.
- Chalotas o cebollas (unas 12 unidades pequeñas o una cebolla grande).
- Hierbas provenzales (mezcla de romero, tomillo, orégano, albahaca, ajedrea, etc.).
- 300 ml de cerveza.
- Caldo de carne, la cantidad necesaria.
- Sal y pimienta negra al gusto.
- Aceite de oliva virgen extra.
Comenzamos colocando las costillas en una bandeja para el horno. Salpimentamos al gusto y añadimos una cantidad generosa de hierbas provenzales. Personalmente, me gusta que lleve muchas hierbas porque le dan un sabor único. Añadimos un chorrito de aceite de oliva, lo justo, ya que las costillas soltarán su propia grasa mientras se cocinan.
Con las manos bien limpias, mezclamos todo hasta que las costillas estén bien impregnadas de los condimentos. Seguidamente, añadimos las chalotas enteras, que ya tenemos peladas. Las repartimos bien entre la carne. Colocamos la cabeza de ajos en el centro de la bandeja y añadimos las hojas de laurel.
Horneado Inicial
Ahora le damos un toque especial regando las costillas con los 300 ml de cerveza, mezclamos ligeramente y añadimos un poco de caldo de carne para que las costillas queden bien jugosas. Podemos usar caldo de pollo, de carne o incluso un cubito de caldo concentrado, lo que tengamos a mano. Llevamos la bandeja al horno precalentado a unos 180-190 grados centígrados, con calor arriba y abajo y horneamos durante unos 30 a 35 minutos.
Pasado este tiempo, retiramos la bandeja del horno y damos la vuelta a las costillas para que se doren por igual. Mantenemos la temperatura del horno y cubrimos la bandeja con papel de aluminio. El objetivo es que la carne quede muy tierna, tanto que los huesos se separen fácilmente. Llevamos de nuevo la bandeja al horno, esta vez cubierta, durante una hora más.
Fase Final del Horneado
Transcurrida la hora de cocción, retiramos el papel de aluminio y verificamos el estado de la carne. Si aún queda suficiente caldo, no añadimos más; de lo contrario, podemos agregar un poco más de caldo de carne. Volvemos a llevar la bandeja al horno durante 30 minutos adicionales, esta vez destapada, para que la salsa reduzca y las costillas se doren bien.
Finalmente, después de dos horas en total en el horno con diferentes técnicas de cocción, nuestras costillas a la cerveza están listas para ser degustadas. La carne debe estar tan tierna que los huesos se separen con facilidad. El aroma que desprende la cocina en este momento es simplemente irresistible.
Sacamos la bandeja del horno y emplatamos nuestras costillas. Al comerlas, notamos lo jugosas y tiernas que han quedado, con un sabor exquisito que parece increíble dado los pocos ingredientes que hemos utilizado. Estas costillas son perfectas para mojar pan en la salsita y disfrutar de cada bocado como si estuviéramos en una feria.
Esta receta no solo es deliciosa, sino que también es bastante versátil. Pueden acompañar estas costillas con una variedad de guarniciones como patatas al horno, ensalada fresca, o incluso una buena porción de arroz. Lo importante es disfrutar de la experiencia de cocinar y degustar este plato en buena compañía.
Sin duda, estarán repitiendo esta receta una y otra vez. ¡Espectacularmente deliciosa y fácil de preparar!