En cada competencia donde ambos equipos se juegan el todo por el todo, nada es lo que parce hasta que tengas la medalla en tus manos. Y así lo vimos cuando los japoneses que de manera sorprendente le habían ganado en la primera fase a Irlanda y a Escocia en la liga mundial perdieron en su encuentro ante el equipo sudafricano de rugby en la final de Tokio. Con un marcador (26-3) a favor de Sudáfrica, los japoneses dejaron en el terreno su sueño de ser mundialistas en esta disciplina.
Un estadio a tu favor no es garantía
Los 50.000 espectadores en el estadio de Tokio apoyaban incesantes a los Brave Blossoms pero la sin igual potencia del equipo sudafricano de rugby los derrotó sin misericordia. Fue sobre todo en la segunda mitad del partido, donde se vio la ventaja insuperable por parte de los africanos pues en la primera mitad la ventaja solo era de 2 puntos con un marcador de 5-3.
El sudafricano Makazole Mapimpi anotó dos de tres tries, y el otro fue por parte Faf de Klerk el número 66, destacándose en el juego de manera extraordinaria tanto en la defensa como en el ataque.
Los sudafricanos se crecen sin apoyo de la afición
Aunque el apoyo que no les faltó en el estadio a los Brave Blossoms siempre es una iniciativa que actúa psicológicamente en los equipos tanto positiva como negativamente según sea el caso, en este en contra de los sudafricanos; supieron estos sobreponerse a la carencia de comodidad por parte de la afición y jugaron de manera impresionante y con una resistencia descomunal.
Los japoneses no obstante finalizado el juego mostraron comunión con sus seguidores. En Japón el rugby no ha llegado a ser un deporte con tanta inclinación por parte de las personas, pero los que sienten profundo amor por este bello y muy competitivo deporte se mostraron felices y eufóricos en este primer Mundial disputado en el
Realismo de experiencia en el rugby
Los principios defensivos de Erasmus fueron vistos sin duda por parte de Sudáfrica quien los aplicó impidiendo al equipo japonés la posibilidad de anotar un solo try por primera vez en el partido. Los Springboks con una potencia no esperada por los asiáticos, además de la experiencia y la mente positiva, supieron aprovechar cada una de las oportunidades para anotar y establecer el triunfo.

De Klerk habló a los medios y dijo sobre sus rivales: «Los japoneses son excelentes en su ataque y lo sabíamos así que dimos todo por defender nuestra puerta en un intento por impedir favorecerles alguna oportunidad de puntaje, y vimos los buenos resultados de la estrategia».
En el año 2015, hace 4 años atrás en el Mundial que se realizó en Twickenham, los sudafricanos ya vencieron al equipo de Gales en los cuartos de final. Desde ese momento los galeses obtuvieron la victoria en los últimos 4 encuentros.
Las apuestas son variadas y ambivalentes entre estos equipos. Solo queda que cada quien apoye a su favorito. El próximo 27 de octubre en la semifinal programada se enfrentará el equipo de Sudáfrica contra Gales. Luego Inglaterra y Nueva Zelanda competirán por el premio en la otra semifinal.