¡Revelado! Cruz recibe su merecido en el giro más impactante de La Promesa

La serie «La Promesa» continúa manteniendo a su audiencia al filo del asiento, y el último episodio titulado «Toda la Verdad» promete revelar muchos de los oscuros secretos que han permanecido escondidos durante toda la trama. Doña Cruz Ezquerdo, personaje central de esta historia, guarda innumerables secretos y su maldad parece no tener límites. Este episodio nos lleva a descubrir cuándo y cómo saldrán a la luz todas estas oscuras verdades. Con el suicidio de Jimena de los Infantes, una trama llena de intrigas y secretos se desata en el Palacio de los Luján.

Desde el primer episodio de la serie, el enigma del encapuchado que disparó a Dolores, la doncella, ha jugado un papel crucial en la historia. Se revela que este encapuchado fue enviado por la mismísima Marquesa de Luján, Doña Cruz Ezquerdo, y tiene vínculos directos con el Barón de Linaja, el padre de Doña Cruz. Este siniestro encargo fue motivado por el desprecio que el Barón sentía hacia su yerno Alonso, así como para ocultar una relación extramatrimonial que habría desprestigiado a Doña Cruz y su familia.

Los Grandes Crímenes de Doña Cruz Ezquerdo

Doña Cruz ha cometido varios asesinatos a lo largo de la serie. Entre los más notorios están los crímenes de Dolores y Tomás, su cuñado Fernando Feliciano, y posiblemente otros más que aún no han sido revelados por completo. Los métodos que utiliza van desde asesinatos directos hasta manipulación para que otros ejecuten sus planes malvados en su lugar.

• El asesinato de Dolores fue uno de los primeros que vimos, ejecutado por un misterioso encapuchado enviado por Doña Cruz.
• El asesinato de Tomás con un abrecartas fue otro crimen frío y calculado por parte de la Marquesa.
• Fernando Feliciano, aunque murió de lo que parecía ser una enfermedad, es posible que la falta de la pastilla crucial para su salud fuera obra de Doña Cruz.

Además de estos crímenes, Doña Cruz se ha visto involucrada en otros actos viles, como el secuestro del hijo de Pía, Dieguito, a quien mandó llevar a un convento para mantenerlo alejado. También utilizó a su cómplice, el Conde de Añil, para engatusar a la señorita Catalina y casarse con ella, llevándola lejos de allí. Estos actos demuestran la falta de escrúpulos de Doña Cruz y su capacidad para manipular y destruir vidas a su antojo.